Detalle del fanzine 'El Naufraguito'

Fanzines: la entropía del contenido

Si estás medio metido en el mundo del fanzine esta entrada te parecerá ingenua, cuando no adanista. No importa.

Fanzine
De fan y magazine,
revista para fanáticos

Así es como se define en un opúsculo de ‘El Naufraguito‘, uno de los fanzines en circulación más longevos del país y el protagonista absoluto del encuentro Hecho en casa: Hojeando la historia del fanzine‘, del que acabo de volver. Y sin embargo, me cuesta imaginar a un fanático de lo que sea apreciando las cualidades de un fanzine.

Un fanzine es ternura, ingenuidad celebrada

Porque, después de escuchar esta tarde a Ceferino Galán (editor de ‘El Naufraguito’), Elisa McCausland (investigadora en cultura popular) y Jorge Espejo (director de Arte), y después de ojear y hojear los cinco que me he traído en el metro de vuelta, para mí un fanzine:

  • No tiene línea editorial.
  • No sigue una lógica de producción basada en el rendimiento ni en el impacto ni en las audiencias ni en nada que no sea contar lo que el autor o autores quieren contar.
  • No hay un límite posible a la creatividad, porque un fanzine no está en los márgenes, sino fuera de ellos.
  • Es autónomo, imprevisible e indomable (sin estas tres, no sería un fanzine).
  • Ignora las métricas y las suscripciones: su distribución primaria es en librerías, con tiradas pequeñas y manuales (word, impresora, papel, guillotina y grapas).
  • Pinta sin marco, dice sin público, te mira (¡y lo sientes!) sin ojos.

¿Algo menos apropiado para el fanatismo que todo esto?

Creatividad criada en libertad

Si trabajas en comunicación y producto, es posible que tengas cerca grandes piscinas de ‘creatividad’ a tu alrededor. Hazte una búsqueda en LinkedIn. Competimos por ser los más, los mejores, los sublimes creativos.

Y se nos olvida todo lo que la constriñe.

Y hacemos bien, porque nuestra industria tiene muchos límites, fronteras y peajes: reputación corporativa, compliance, estrategia, cultura de empresa, cultura de producto, etc.

Y no es mucho mejor (aunque sí un poco) en el ejercicio del periodismo: línea editorial, una gama pantone de presiones de todos los colores, precariedad y miedo.

En el fanzine no hay nada de todo eso.

Y aún así no faltan casos de fanzines que, ante un pequeño éxito, se vienen arriba (¿o abajo?) y enseguida tratan de ‘profesionalizarse‘, perdiendo con ello todos los atributos de la lista y echándose encima algunas de las piedras de los dos últimos párrafos. No alcanzan tampoco a competir contra aquellas maquinarias; desde su empeño amateur, hermoso, pero no para esta guerra. Innecesaria, además, como todas.

Un fanzine no canaliza ni recoge; es lo opuesto al copy, al postureo y la apariencia

Quizá una gran mayoría, en la que me incluyo, vivimos pedaleando una rueda de productividad y eficiencia más allá del trabajo, un esfuerzo constante por sentir que aquello en lo que invertimos (ya no dinero: tiempo, emoción y hasta el propio cariño) va a tener un outcome. Es posible que yo mismo esté escribiendo este post para ofrendar un outcome a la banca por mi tiempo invertido en escuchar a un señor hablar de fanzines.

El fanzine renuncia al outcome.

El fanzine no aspira a nada que no sea su propia existencia como manojo de palabras, de clics en la cabeza, de llamadas desde muy lejos (recordemos: más allá de los márgenes) que suenan tan cerca, de sonrisas para uno mismo.

Un fanzine es lo opuesto al copy.

Un fanzine es lo opuesto al postureo, la apariencia. No las necesita porque no teme.

Un fanzine no tiene journey, es oxígeno submarino sin botella ni cables.

Un fanzine es lo opuesto a una palanca de nada.

Un fanzine no comprende la institución.

Un fanzine no canaliza ni recoge.

Un fanzine es ese actor sin teatro, sin taquilla, sin compañía, que sólo quiere provocar algo en ti.

Un fanzine es ternura, ingenuidad celebrada.

Un fanzine es el anticontinente de los lugares comunes. Incluso de los no muy comunes.

Y ahí, ahí sí, está la creatividad como en un buffete libre infinito.

All you can eat ideate.

Momento del evento 'Hecho en casa' en la sede de Prodigioso Volcán y en el marco de La noche de los libros, de la Comunidad de Madrid
Momento del evento ‘Hecho en casa’ en la sede de Prodigioso Volcán y en el marco de La noche de los libros, de la Comunidad de Madrid

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