Voy a tratar en este post de justificar la necesidad de un rediseño de la tradicional portada de los medios periodísticos generalistas para que pasen de ser un bazar o escaparate a un servicio de menú-navegación.

Es un hecho: las suscripciones digitales a contenidos periodísticos están funcionando mucho mejor de lo previsto por cualquier optimista dos o tres años atrás. Hay una nueva competencia entre la oferta, que pasa de cazar usuarios casuales a los que servirles el mayor número de páginas posibles para lograr impresiones de anuncios, a buscar usuarios a quienes ofrecer una promesa para lograr un compromiso estable en forma de suscripción.

Son dos usuarios diferentes, aunque sean la misma persona. Y no se comportan igual.

Es muy fácil darse cuenta y no hace falta ser ningún experto en UX para comprobar que no nos relacionamos igual con la oferta de un medio si somos suscriptor que si no lo somos.

El mejor ejemplo de esto es el uso que se hace de la portada del medio como escaparate de la oferta editorial. Pese a que la gran portada de internet es Google y no las homes de las webs, esto es un poco menos así en los medios: el usuario sigue buscando el gran valor añadido que detenta la jerarquización editorial conforme a una visión del mundo y de la sociedad que hace cada medio.

Así pues, la portada en sí misma ha sido desde el kiosco hasta la web el escaparate que ha posibilitado la elección del usuario. Y ahora, con la lógica de amortizar una suscripción activa, está derivando además en un sistema de navegación en sí mismo: escruto la portada y voy entrando a piezas y volviendo atrás al menú-portada para escoger la siguiente lectura: al fin y al cabo allí está lo que el editor considera que es más importante que sepa hoy.

Y aquí es donde hay trabajo que hacer, porque ¿acaso necesito ver un escaparate lleno de colores, luces y abarrotado de scripts en la trastienda que ralentizan la carga hasta la desesperación? No me tienes que convencer, ¡ya lo hiciste! Dame facilidad para navegar entre lo que consideras que es más importante. Es tu criterio lo que busco, házmelo accesible.

Lo voy a ilustrar con el medio al que estoy suscrito, que es El Pais. Así es como me carga la Home en mi móvil, un Xiaomi Redmi sencillito, justo de RAM (2 GB):

Lo primero que observamos es lo que tarda en cargar la página. Tanto que de hecho no supera la evaluación de Google PageSpeed Insights para los últimos 28 días, ni para desktop ni para mobile:

Este problema, ya de por sí bastante grave, se agranda peligrosamente por la rutina descrita anteriormente: cuando termino de leer un artículo y vuelvo a la portada en busca de otro, sé que me espera el mismo calvario. Y sé que tengo que tener mucha paciencia, pues al volver atrás el clic no se corresponderá a lo que estoy viendo en pantalla, sino a la posición del enlace una vez ésta termine de cargarse, con lo cual si no sé esperar acabaré entrando en un artículo diferente al que quería ver, teniendo que volver a pasar por este proceso tan penoso. Esto se puede observar en el vídeo, que al volver atrás desde mi primera elección, acabo entrando al artículo que abre portada pese a que quería entrar a otro situado más abajo.

Una solución: home light para el suscriptor

¿Dónde dirías que reside la identidad de un producto, en la obviedad de la interfaz con que se muestra o en la experiencia de su uso? En mi opinión, y más aún para un usuario intensivo como es un suscriptor, en la segunda.

De poco me sirve una voluptuosa maquetación y combinación tipográfica y de imágenes si me arruina la experiencia. ¿Seguro que es necesario tanto javascript para el suscriptor? Para mí, la portada de El País es un menú de navegación, y un menú debe ser en primer lugar eficaz (encontrar) y, en segundo, eficiente (funcionamiento rápido y certero).

Me pongo con el lápiz, la regla y el rotulador, que siempre es el mejor principio para cualquier tema de UX. Frente al vídeo de arriba, donde vemos la portada de El Páis, este es el sencillo mockup que representa la que me gustaría que me sirvieran como suscriptor:

Al final tendríamos un scroll sencillo que se asemejaría más a la maqueta de una FAQ que a la tradicional portada-bazar del medio. De escaparate a servicio:

Llegados a este punto estamos realmente al principio del camino.

¿Qué hacemos con la publicidad? El País no la elimina para los suscriptores.

¿Mostramos esta portada light de entrada a todos los suscriptores? ¿Solo a los que la hayan escogido desde un CTA inicial? ¿La mostramos, quizá, solo cuando se cargue la portada por segunda vez en una misma sesión, dejando siempre como primer landing la portada-bazar?

Para responder a estas preguntas habría primero mucho trabajo de análisis y mapas de usuario que diseñar. Implicar a la gente de analítica, tecnología y negocio. Prototipar en baja, alta e interactivo. Testar.

Pero parece claro que el producto periodístico de suscripción necesita algún tipo de oferta de portada-menú light que contribuya a una experiencia de navegación-descubrimiento sin fricciones, muy rápida y sin sobresaltos.

Gracias al inesperado éxito de las suscripciones hay mucho trabajo pendiente, e innovación y oportunidades por ser descubiertas en el paso del qué al cómo.

Estoy seguro que lo veremos.