
Planeta mata un buen proyecto digital para alargar un poco la vida de un papel condenado, dejando en la calle a 40 profesionales de primer nivel
El bienio 2008-2009 se prevé negro para las aspiraciones laborales de los periodistas
Público cambia a Nacho Escolar por un hombre 100% PRISA: los lectores muestran su decepción
¿Qué está pasando en el panorama de los medios? Ya sea por la manida crisis o por la agonía de la actual estructura del cuarto poder, lo cierto es que asistimos -preocupados, hay que decirlo- a lo que tiene toda la pinta de ser una debacle. Y no lo hacemos como meros espectadores, por desgracia.
Los EREs mandan hoy en los medios. El del Grupo Zeta, uno de los más angustiosos, tiene en vilo no sólo a la redacción de El Periódico de Catalunya, sino a la de las múltiples cabeceras regionales del grupo. Y el sector de las revistas está aún peor: el viernes Hachette vendía otra revista y certificaba la salida de otros 24 profesionales que se sumaban a otros 35 que ya habían abandonado la cabecera.
«Todos los analistas coinciden en que el bienio 2008-2009 se saldará con la pérdida de al menos tres mil puestos de trabajo [de periodista]» (fuente)
Los 40 trabajadores de ADN.es también están en esa lista. Entre ellos hay profesionales de excepción, como Adriano Morán, Áñigo Urquía, Mathieu de Taillac (estos tres además buenos amigos), David Beriain, Marta Peirano, Antonio Martínez (Fogonazos), o Pedro de Alzaga.
Pese a sus más de 1.300.000 usuarios únicos, pese a hacer un muy buen periodismo, Planeta ha decidido que la web no puede seguir lastrando (económicamente) el papel dirigido por Albert Montagut. Un cortoplacismo típico de ejecutivo de MBA, aprensivo ante la crisis (¿cobarde?) y total desconocedor del producto que acaba de matar.
Actualización: confirmado, basta con leer esto.
Hacia El País de Mediapro
No es la única mala noticia de este inicio de año. Ayer supimos que Ignacio Escolar ha sido sustituido en su cargo como director del diario Público por Félix Monteira, hombre 100% made in PRISA, donde ha pasado sus últimas tres décadas (ha dirigido 5 Días y la edición gallega de El País). Hace unos días se conocían tambien los fichajes de Luís Matías y Clodovaldo Fernández, otros dos históricos de Miguel Yuste que estaba en la lista de próximos prejubilados por Cebrián.
Existen muchas lecturas sobre este movimiento de Jaume Roures. Que si el Gobierno necesita en estas horas de pánico económico y social (paro desbocado) un brazo mediático menos imprevisible y con la experiencia que da el haber servido en el eterno escudero. O que si simplemente, como bien dice Juan Varela,
«…el objetivo es consolidar el nuevo diario, acabar de posicionarlo políticamente el año que el Gobierno debe decidir si aprueba la TDT de pago, primer objetivo de Roures y su guerra del fútbol con Sogecable, y aprovechar para asestar un golpe duro a un El País con una redacción cada día más desencantada, una dirección desprestigiada internamente y una situación económica crítica por las deudas de Prisa».
Sea como sea, sólo hay que ver qué opinan los verdaderos afectados por este cambio, los lectores:

El comentario completo termina: «Bienvenidos a El País 2». Y sólo hay que echar un vistazo al resto de los comentarios más valorados (ya más de 240) para ver que los lectores de Público, un target tan escurridizo y que siempre se le resistió al resto de medios, están decepcionados. No es precisamente el sentimiento que tenían hasta hoy.
Tras la fallida aventura Ekaizer, Roures se empeña en construir con maderas nobles, pero viejas. Es imposible ahora juzgar la labor de Monteira al frente de Público, pero sí la de Nacho, que ha hecho historia por haber sido el primero en saltar con éxito la odiosa gerontocracia que mantiene secuestrado a este país desde los cargos directivos.
Termino con una insinuación que ya he leído en algunas listas y comentarios: ahora mismo está libre una plantilla completa de excelentes profesionales (jóvenes y con las ideas digitales claras) y un buen director (ídem).
Si realmente existieran en este país inversores o empresarios que quieran abrir brecha (y estar a la altura de proyectos con futuro como este) y que no pequen de los males del ejecutivo aprensivo y que sepan planificar a medio plazo, aprovecharían la oportunidad.
Ilustración: modificación de fotografía (CC) de Neil T
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