La niña en brazos de ese hombre está muerta, pero bajo los escombros que vemos detrás habrían de salir 56 cadáveres más, 36 de los cuales de niños y niñas como ella. Llevo días intentando evitar tratar este tema en el blog, pero al final me ha pasado como en el post sobre Valencia. Tanta acumulación de injusticia me envenena la sangre y no puedo evitar comentar lo que siento.

Gernika y Qana tienen más en común que el triste hecho de pertenecer al club de bombardeos sobre población civil totalmente indefensa. La ciudad vasca probó parte del armamento nazi que apenas unos pocos meses después habría de masacrar, entre muchísimos otros grupos (que a veces parece que sólo fueron unos), a los judíos europeos.

Ayer, hijos y nietos de aquellos practican lo mismo, el genocidio, tal y como podemos leer en esta desgarradora crónica de un periodista libanés.

Para una completa información sobre el día a día de esta guerra, con todo lujo de fuentes referenciadas, es imprescindible visitar el blog ‘Guerra y Paz’.