Impresiones, resumidas en estados de ánimo que fueron cambiando a lo largo de las dos jornadas:
- Lo mejor del congreso: la gente que conocí. Coincido en esto con muchos de los asistentes. Me encantó conocer a Rosa J.C., Christian González, Sonia Blanco, Wilhem Lappe, Enrique Dans Magda Trillo, la simpatiquísima periodista todoterreno «granaína», y la chica rubia que se sentaba a su lado, que me hizo una foto en la que aparezco totalmente dormido, en segunda fila y sin nadie delante, durante la -para mí ininteligible- conferencia del Profesor Cebrián, muy aplaudida por el ¿endogámico? sector académico de la audiencia. Le quería pedir que me la mandase por mail para ponerla aquí (la foto), pero la perdí de vista y no la volví a ver. Si lees esto (o alguien sabe quien es), escríbeme, por favor! La foto que véis muestra al causante de mi letargo en acción. Me dio sopor, y eso que su voz castrense y su empeño en hablar de «LAS blogs» quitaban el sueño. Todo esto sea dicho desde un total respeto hacia la figura académica de Dr. Cebrián.
- Lo peor del congreso: Aquí se impone hacer una sublista:
- La wi-fi cerrada, un escándalo que supuso una brillante intervención de Rosa, muy aplaudida por la audiencia (incluso más que algunas de las ponencias).
- La caída de algunos de los ponentes más interesantes: Francis Pisani y Rebeca Blood, por ejemplo.
- La presentación del Observatorio de Periodismo en Internet (OPEI). En sí, la creación de un organismo de este tipo es genial. Pero no cabe presentar algo no sólo inacabado, sino sin una mínima página web que consultar (www.opei.net está inperativ aún). Picassina habla de esto en su blog.
- Curiosidades. Esas cosas o comentarios inesperados que, lo quieras o no, se te quedan grabados, a veces, incluso por encima de «lo importante».
- El tono amenazador de Pepe Cervera. Escuchándole, parecía un profeta anunciando el fin del mundo actual (el cual, seguramente, sería sustituido por uno virtual, como él mismo apuntó haciendo referencia a Second Life)
- Las azafatas del congreso: Eran muy jóvenes, y muy guapas (aquí creo ser objetivo, ¿no?), pero como comprovamos al verlas trabajar, no eran azafatas, sino estudiantes alumnas del profesor Pedro García Alonso. Me lo contó una de ellas. Ah!, y curraron sin ver ni un duro de los que se supone que ha puesto, entre otros, Red.es para efectos de organización.
- Resulta que un servidor ha hecho, según algunos, la pregunta del congreso. Ya lo expliqué en la cafetería (gracias Rosa por invitarme al solo), me salió del alma. Pero soy buena persona. Lo juro 🙂
Como anécdota final os podría contar la siguiente:
Trabajo en el Patronato Municipal de Turismo de Alicante. En este organismo de la Administración local también nos ocupamos de atraer congresos a la ciudad, el llamado turismo congresual (que deja mucha pasta, ciertamente). Al llegar hoy al curro, la responsable de este área me ha estado preguntando por el congreso del que acababa de regresar:
-¿Qué tal el congreso? ¿había mucha gente? ¿Quién lo organiza? ¿Lo podríamos traer a Alicante?
Tras un día entero de congreso, un viaje de 420 km y muy pocas horas de sueño, ¿qué se suponía que debía contestar a eso? La respuesta fue:
-Si quieres te monto yo uno.
Jejeje. Que bonito es reírse de uno mismo. ¡Y sano!
Nota: Fotos cogidas vilmente del picassina y dalequetepego. Las mías eran de una calidad funesta. Necesito dineros para comprar una cámara decente. No se admiten donativos.
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